CORONAVIRUS
EL VIRUS QUE ANIQUILÓ A LA RAZA HUMANA
Parte III
*Historia de ficción escrita por Uriel Abelino
A finales de mayo de 2020, cuando los medios de comunicación tuvieron luz verde para informar la realidad sobre los estragos del coronavirus, ya habían fallecido, según cifras "oficiales", cinco millones de personas en todo el mundo, la mayoría asiáticos, pero todos sospechábamos que las víctimas eran el doble, otros medios decían que era el triple. Para ese momento el mundo había cambiado, empezaron a controlar todo con mucho rigor, la ONU desapareció y los gobiernos más poderosos del mundo se unieron y crearona principios de junio de ese mismo año un gobierno militar al que llamaron "Gobierno Unificado". Una de las primeras acciones que tomaron fue la de pedir a todos los gobiernos del mundo la información de cada ciudadano, documentos oficiales, certificados de nacimiento, ID, pasaportes, información médica, información financiera, todo, todo lo que fuera tuyo. Eso generó protestas mundiales a mediados de junio, la gente se volcó a las calles destruyendo todo, quemando todo, comercios, restaurantes, oficinas de gobierno, bancos... no quedó un solo establecimiento de pie. Como medida de sometimiento el gobierno unificado obligó a los gobiernos a tomar medidas drásticas, fue así que tomaron la decisión de suspender el suministro de energía eléctrica, eso ocasionó otro brote de magnitudes apocalípticas del coronavirus, no había agua potable, alimentos, los hospitales simplemente no podían atender pacientes, los medicamentos que se utilizaban para controlar y retardar el avance del virus se echó a perder por falta de refrigeración, lo mismo pasó con los alimentos refrigerados, escaseo la gasolina, no llegaban los víveres, había que caminar largas distancias para trasladarte, por ende todos, todos quedaron desempleados, los bancos cerraron, no había dinero físico ni terminales, nada funcionaba. Nadie aceptaba tu dinero por agua o comida, muchos ofrecían alhajas, oro, plata, relojes finos, hasta diamantes por comida o agua pero nadie lo aceptaba.
Las reacciones de la poblacion fueron a un nivel mayor, en varias ciudades de países subdesarrollados o de tercer mundo, se crearon movimientos de resistencia paramilitares que buscaban derrocar a sus gobiernos y juzgar hasta con pena de muerte a sus políticos, a sus ministros y hasta sus presidentes. Eran juicios sumarios que se llevaban a cabo en un parque o una plaza y ahí se les aplicaba la sanción que el pueblo eligiera, muchas de ellas terminaban con la vida de los juzgados.
Los países más poderosos crearon cuerpos de resistencia militar, entrenados, armados y pagados con un fin específico, los ingenuos creímos que era para procurar la paz, fue todo lo contrario, era someter o acabar de raíz con las sublevaciones y las revueltas sociales. Era una auténtica cacería que inició en Europa, se extendió a Asia, Oriente Medio, África, América del norte, Sudamérica. En menos de 2 meses el Gobierno Unificado tenía presencia en todo el planeta, sus perros de pelea eran contratistas militares, retirados, en servicio, incluso habían presidiarios en sus filas.
A principios de junio cuando se informó de la creación del Gobierno Unificado, ingresé a un foro donde se compartía información sobre lo que pasaba en el mundo, teorías de conspiración, temas extraterrestres, científicos y paranormales. Ahí conocí a Diana, ella tenía el alias "SarahConnor", a mediados de ese mismo mes nos conocimos en persona y el 20 de julio cuando arreciaron las protestas, tomamos la decisión de irnos a vivir a un búnker, durante un mes almacenamos agua, comida, cubrebocas, máscaras antigas, gel antibacterial, alcohol, baterías solares, y diversos víveres. En agosto y septiembre se recrudecieron más las protestas civiles y en octubre se implementó un estado marcial en todo el planeta, no había luz eléctrica, agua potable, medicamentos, hospitales cerrados, gasolina, la gente bebía agua del río para mitigar la sed pero pronto hubo un brote de cólera y cientos fallecieron por falta de medicamentos.
Muchos no soportaron la pena de esa situación y se suicidaban, unos lanzándose al vacío desde edificios, otros se metían al río con el deseo de morir ahogados, otros se disparaban, otros se degollaban; era un pánico generalizado, parecía que el miedo y el terror se había apoderado de ellos. Muchos se mataban entre sí por una botella de agua o un pedazo de pan.
En esos meses murieron millones de gentes en todo el planeta por las protestas, la propagación masiva del coronavirus, el hambre, el cólera, los asesinatos y los suicidios colectivos.
Los vivos apilaban en las afueras de las ciudades y pueblos a sus muertos, eran miles de cuerpos, ciudades hundidas en la oscuridad absoluta, una escena dantesca que jamás nos hubiéramos imaginado un año atrás. Toda esa seguridad, todo el progreso, la educación, los valores, el respeto... se fue al diablo en cuestión de días.
Diana y yo permanecíamos en nuestro búnker por largos ratos, cuando salíamos procuramos ir armados y vigilábamos que no nos siguieran o robarían nuestros víveres.
Habíamos almacenado suficiente alimento aproximadamente para 1 año, el probelma era que se nos agotaba el agua potable. Sabíamos que debíamos hacer algo pero ninguno de los dos se atrevía a decir qué hacer.
A principios de noviembre los medios dieron a conocer las cifras "oficiales" por muertes a causa del coronavirus, las situaban en 15 millones, cifras extraoficiales indicaban que eran más de 40 millones.
A finales de ese mismo mes, pasó algo que nos hizo pensar seriamente huir al bosque, estábamos en una tienda de tecnología, o lo que quedaba de la tienda, buscando una batería para un radio cuando de pronto en la calle oímos gritos de terror y gente corriendo, huían de algo pero no sabíamos que era exactamente, permanecimos agazapados por unos segundos cuando de pronto vimos un ejército de uniformados con trajes negros como de bomberos, armados con lanzallamas y dirigiendo el fuego hacía los civiles. No podíamos creer lo que veíamos, fue una escena aterradora. Permanecimos inmóviles por mucho rato, pasaron 2 horas, hasta que la calle quedó desolada y en completo silencio. Salimos de la tienda, en las calles el horror era indescriptible, olor a carne quemada, niños, mujeres, ancianos, todos calcinados. Corrimos al búnker sin decir una palabra. Al llegar encendimos la radio, ahí supimos de la existencia de los Dragones Negros y los planes del Gobierno Unificado para "limpiar" el mundo y sólo salvar a un grupo reducido de personas, las familias más poderosas del planeta.
Era el 25 de noviembre de 2020...
Continuará
*Historia de ficción escrita por Uriel Abelino
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